Ignacio Romo/Diario PÚBLICO

Control mental. Ésa es la cualidad que Carlos Sastre (Leganés, 1975) destaca como su máxima virtud. Y lo demuestra. Medita las respuestas, clava los ojos (¡como si no le bastara con controlar su mente!) y se expresa con autenticidad, nobleza y algo de amargura, quizá por la constante lucha de su deporte en busca de la credibilidad.

¿Acude al Tour para ganarlo?

Sí. Mi sueño siempre es ganar el Tour. Pero no me obsesiona. Cuando llegan las oportunidades, trato de aprovecharlas. Si no salen, no me hundo.

Cite tres rivales para el Tour.

No, nunca hablo de favoritos. Le diría que me gustaría compartir podio con Menchov a quien aprecio mucho por su forma de correr y con Contador. Sería un sueño.

¿Y Cadel Evans?

Es un gran corredor. Se defiende bien en la montaña y es sufridor. Intentará sacar la máxima ventaja en las contrarreloj. Cuento con él.

Va a encadenar Tour, Vuelta, Giro y otra vez Tour. Tiene 34 años, lleva ya encima 20 grandes vueltas ... pero está en su mejor momento.

Recojo ahora el fruto del trabajo de toda mi vida.

¿Qué le ha aportado la edad?

Mucho. Ahora sé lo que quiero, cómo lo quiero y hasta dónde lo quiero.

Ha visto a Armstrong en el Giro. ¿Qué impresión le ha producido?

Ninguna. Si me pregunta por él, me da lo mismo. No quiero saber nada de Armstrong. Ni lo que hace ni lo que dice. Hablo de mí y del Cervélo. No estoy para hacerle publicidad a él.

¿Estará Contador por delante de Armstrong en este Tour?

Eso a mi ni me va ni me viene.

Valverde no correrá el Tour.

Ojalá lo hubiera corrido. Es un gran corredor, un buen amigo y le tengo muchísimo aprecio.

Hablemos de dopaje. ¿Es el de ahora un ciclismo más limpio?

Aquí lo único que se hace es hablar y no se busca ninguna solución. No creo que haya más dopaje ni menos. Ni ahora es más bonita la situación ni más fea. El ciclismo es lo que es y lo único que se hace es opinar sin tener ni puñetera idea. Yo no pierdo el tiempo en juzgar a las personas.

¿Usted propone alguna solución?

No soy yo quien tiene que darlas. Hay gente que en teoría vela por nuestra salud. Que busquen soluciones ellos.

No negará que los controles por sorpresa funcionan ahora mejor...

Llevo cinco años pasando controles por sorpresa. Hace tres años pasé 18 en mi casa, en una temporada. Este año me han hecho un montón, ¡incluso dos en el mismo día: uno por la mañana y otro por la noche!

¿Cómo es su rutina diaria?

Me he levantado a las ocho y cuarto y he ido a mi fisio para asegurarme de que todo está en orden. Después he salido a entrenar, sobre las diez, pero si la sesión es larga, de 6 horas y media, salgo a las nueve.

¿Cómo anda de peso?

61 kilos. Aunque para mi es más importante el porcentaje graso. Eso es lo que te ayuda a gatear bien para arriba. Ahora estoy en 6,1. Y en 40 pulsaciones en reposo.

¿Cómo anda de hematocrito?

45 por ciento.

¿Algo especial en nutrición? No me dirá que es vegetariano ...

(Risas) No, hombre, no. Estamos en Ávila, por favor. No me diga eso, ¡que me curten aquí!

¿Le cuesta controlarse en la alimentación?

Cuando llevas 25 días de arroz y pasta, quieres caprichos. ¡Si te ponen un heladito o un tiramisú...!

¿Qué ha comido hoy?

Verdura, lomo a la plancha, y un heladito ¡para subir la moral!

¿Qué va a cenar?

Pescado, ensalada, yogures y fruta. Una cena suavecita.

Los Alpes están muy apretados en este Tour.

Sí, van a ser duros. La etapa con final en Le Grand Bornand tiene seis puertos de agárrate. Y al día siguiente, tras dos grandes etapas de montaña, la contrarreloj de Annecy, de 40 kilómetros. Tres días duros, antes de afrontar el Mont Ventoux, y como le dé por hacer calorcito... ¡ahí vamos a sufrir!

¿De dónde saca usted la fuerza para afrontar el sufrimiento?

De la experiencia. Las vueltas de tres semanas enseñan mucho. Y yo tengo unas condiciones innatas para asimilar el calor, lo tolero mejor.

¿Un truco para la fatiga?

Yo lo hago por mí. Si no luchas por ti, no luchas por nadie. Si no eres feliz, no vas a hacer feliz al que tienes al lado. Vas a conseguir lo contrario. Por ejemplo, si un día llueve, yo me digo: llueve ¿y qué?

El atleta ruso Borzov dijo que el éxito es la suma de tres factores: talento, trabajo y control mental. ¿Cuál es su fuerte?

El control mental. ¡Yo soy como David Copperfield! Igual.

No me diga que hace desaparecer objetos ...

No llego a mover objetos, pero el control mental es decisivo. Si trabajas como un loco pero sin control mental, gastas mucho. Si controlas tu mente, puedes entrenar menos y conseguir más. Yo trabajo más con la cabeza que con las piernas.

¿Qué cree que falló con su cuñado, El Chava Jiménez, ya fallecido?

Fue una marioneta de la sociedad y su entorno terminó de rematarle.

¿Extraería de su tragedia algún mensaje para la sociedad?

La sociedad ya está saturada de mensajes. Es ella la que necesita que la escuchen. Nos centramos en ídolos y los hacemos espectaculares para que los niños se fijen. Hablo de Nadal, de Alonso,... pero nos olvidamos de enseñar que para llegar ahí hay que trabajar. Sólo se muestra el glamour, pero se olvida que los que hemos llegado, hemos tenido que superar muchas cosas. Hay que hablarles de sacrificio.

La cultura del esfuerzo.

Del trabajo. No se puede engañar a los niños como se engaña a la sociedad: con las imágenes que vemos todos los días en televisión.